Cap.8: "The Kiss"

La botella de Pepsi, dio a Perrie.

– ¿Qué hago?

– Niall, te toca a ti decirle; verdad o reto–dijo Danielle.

– Bien–suspiró–. ¿Verdad o reto?

–Verdad–respondió Perrie.

–se quedó callado unos segundos–. Es verdad, ¿Qué Zayn y tú ya pasaron la fase 2?

– ¿Fase 2? –votó una carcajada.

–Ya sabes –movió las cejas.

Zayn lo miro con cara de querer matarlo; ¿Quién le pregunta eso a una chica?

–Si –dijo el morocho–. Hace tiempo que pasamos esa etapa.

Todos nos miramos, Perrie se sonrojo. Niall giró la botella y le tocó a Harry.

–Verdad o reto…-dijo Danielle.

–Verdad

Danielle soltó una mirada de picardía y entusiasmo.

– ¿Quién, de todas las chicas que acá, te parece la más simpática?

–Em… –tartamudeo–. _____, supongo…

Me sonrojé como un tomate. ¿Yo simpática para Harry?

En mis adentros sonreí como si me hubiera ganado la lotería, pero por fuera estaba sorprendida; al igual que Niall y Zayn.

–Ves, _____, Harry tiene buenos gustos –menciono Zayn, con su cara de alegría.

Yo me sonrojé más, mi punto máximo…Harry, me pone nerviosa.

El volvió a girar la botella, me tocó a mí. El me miro de reojo, y luego agacho su cabeza. ¿Qué le pasaba?

–Paso –eso me dolió.

–Bien, yo –frunció el ceño, Danielle–. ¿Verdad o reto?

–Reto –serena y confiada.

Liam y mi amiga, se miraron por unos cortos y breves segundos; los suficientes para saber lo que planeaban.

–Cambiemos de juego –inquirí nerviosa

–Sí, ahora será solo reto

Maldición.

–Entraras ahí, con Harry, a oscuras –continuo Danielle, señalando el armario detrás de mí.

Definitivamente después de esto, la iba a asesinar con una secadora.

–No –dijo Harry.

–El reto no es para ti, Harold

–Bien –murmuré entre dientes.

Me pare del suelo, me di la media vuelta y caminé hasta el armario con puerta de mármol.

–Yo no la abriré, vamos Danielle…

–bufó–. Perfecto

Hizo lo mismo que yo; ya abierta la puerta, ella quito algunas cosas sin importancia. Di un paso hacia adelante y ya estaba en la profunda oscuridad, esperando a Harry.

–Harry…

–Ok –frunció el ceño mientras se metía al armario.

Nos cerró la puerta, con seguro; ahí me di cuenta de que no nos dejaría libre a menos que hagamos lo que ella, no, ellos quisieran.

–Esto es una mierda –masculló, totalmente enfadado.

–Ni me lo digas

–Bueno, haré cosas más importantes –se apoyó en la pared paralela.

Se deslizó y se sentó en el piso, con las piernas cruzadas. Metió la mano izquierda en el borde de su hoodie negro, empezó a buscar, se estaba alterando.

–Danielle… –murmuró–. ¡Danielle Peazer! Mi celular –gritó.

–Tu solo has lo que te dije, idiota –respondió.

¿Esto era planeado? ¿De qué me perdí? Ahora sí, estoy molesta.

Me deslizé, al igual  que él; empezé a jugar con mis dedos…el me miraba de reojo, pero sentía sus ojos penetrando los míos.

– ¿Qué hacemos? –pregunté, totalmente cohibida.

–Así que tu amigo, Louis…volvió –sonó totalmente furioso.

–Sí, de Irlanda

—Y justo cuando yo te lo iba a pedir –murmuró.

Me quedé mirando el vacío, de pronto él estaba a mi lado, sentado y acariciando mi mejilla.

— ¿Por qué hacen esto? —solté una débil carcajada.

—No lose —se encogió de hombros.

Estábamos tan juntos, que sentía su respiración en mi rostro. Esos labios, rosados y carnosos; parecían deliciosos. Me acomode y me acerce a él, estando a unos centímetros demasiados cortos; me ponía nerviosa.

Cerré los ojos, y sentí todo… Sus labios moviéndose encima de mi boca; mi estómago estaba danzando, provocado por el, por Harry.

Alzé una mano y la rodeé en su cuello, para apegarlo más a mí, mientras la suya acariciaba mi cintura, por debajo de mi polo. Le succioné el labio y el rió; acción que me derritió. Segundos después volvió a tacar mis labios, y lo hizo con frenesí como si los fuera a perder. Accedió a mi cavidad bucal con su lengua, su lengua rosada y fina, recorrió toda mi boca, topándose con la mía y ocasionándome ganas de más.

Me separé de él, lo miré a los ojos; esos bellos ojos que me penetraban tan solo sentirlos encima mío; me mordí el labio inferior levemente.

—_____... —murmuró, ya que me senté encima de sus piernas, con cada pierna a su costado.

—me acercé a sus labios—.Amo tus besos ¿sabías?

El solo presionó sus labios contra las míos, me apegó a él y solté un leve gemido. Ladeé mi cabeza, para sentir más su sabor y aliento totalmente delicioso.

Movíamos nuestras bocas, me gustaba, me encantaba y lo deseaba. Esta vez, el succionó mi labio inferior y yo gruñí.

—Hey, chicos —Liam abrió la puerta, haciendo que nos separaramos.

Me sonrojé, me paré de inmediatamente y salí del armario. Nuevamente me senté al lado de Danielle, quien me miraba con cara de preocupación.

Harry salió, sonrojado al igual que yo, pero me miró con una pequeña sonrisa, cosa que me provocó…que mi corazón lata más rápido.

—Idiota…-masculló Dani a Liam.

El frunció el ceño.

— ¿Vemos una película? —inquirió Zayn.

—Si…tengo muchas

La morocha se paró entusiasmada, comenzó a buscar en su estante, eligió una película.

Mis ojos se fijaban en las manos de Harry que estaban jugando con sus dedos; levantó la mirada y ambos nos miramos con confusión. Rápidamente bajó su mirada.

¿Cómo le pude decir que amaba sus besos? Juraría que no sabía que estaba haciendo.

(…)

—Una película de Zombies… —susurró Niall.

—Sí, alguna duda ¿?

—No, pongámosla y ya —dijo ya con ganas de ver una película.

Ya iniciando la película, todos se acomodaron. Danielle y Liam dormirían juntos, en la cama; Zayn y Perrie en un colchón aparte en el suelo; Niall en otra habitación con Harry y yo. ¿Coincidencia? Ja, no lo creo.

(…)

—Yo en esta —el rubio se tiró en una cama de una plaza.

Harry y yo nos miramos, estaba nervioso al igual que yo.

—Entonces nosotros aquí… —se sentó en la otra cama de 2 plazas—. Si no te molesta, _____...

—No me molesta, Harry —me senté en el borde de la cama.

—bostezó, Niall— Tengo mucho sueño, buenas noches chicos

—Buenas noches, Niall —dije yo.

—Chau, duende —menciono detrás de mí.

Me metí en la cama, Harry igual. Lo primero que fue es darme la espalda y oí un sollozo…¿estaba llorando?

Me sentía terrible.

—Harry… —murmuré, le moví el brazo para que pueda ver su rostro.

Seguí haciéndolo, pero él no volteaba.

—Harry, voltéate…por favor —yo quería a Harry, y no me gustaba estar así con él.

—en unos segundos se volteó y me miró, sus ojos estaban llorosos—. ¿Qué?

—Te quiero —acaricie su mejilla—. Mucho…demasiado

—Demasiado es muy poco, para decirte mis sentimientos — ¿se estaba declarando?

No sabía que decir; solo me acomode en su pecho y besé su pecho, ahora desnudo.

—Buenas noches, Harry —cerré mis ojos.

—Me acuno en sus brazos—. Buenas noches, ojos de mar

Y así me quedé dormida…un beso en mi coronilla, me hizó saber que aquella amistad cambiaria.

#Al día sgt#

Escuché unas risas, y sonidos irracionales; todos en la misma habitación.

Abrí mis ojos, Niall, Zayn y Liam estaban viéndonos dormir, a mí y a Harry, yo les avente una almohada y quise seguir durmiendo en los brazos de Harry.

—Ni pienses en seguir durmiendo, ______, vamos a desayunar —dijo entre risas, el rubio.

—Tan bonito que están durmiendo, Niall —menciono Zayn, con un tono de burla.

—Dios, esto es amor —rió Liam.

Sentí que Harry se despertaba, quitó sus brazos de mí y me sonrió al verme a su lado, yo también le sonreí.

—Ow, que romántico —gritó Zayn.

—Mierda… —me separé de Harry y me paré—. O se largan o les rompo los huevos

Estaba enfadada, molesta, quería golpearlos. Estaba tan bien con Harry y ellos joden.

—Tienen 3 segundos contando desde ahora —mascullé entre dientes—. 1…2…

No me hacían caso, así que agarre la cinta de mi cabello y empezé a azotarlos en los brazos.

—Ya nos vamos… —murmuró Liam.

Y salieron de uno en uno; sonreí victoriosa en mis adentros.

—Que ruda, querida _____

Volteé a verlo, estaba ya cambiado. Guapo…lindo. ¿Qué dije?

—Voy a bajar, para que te puedas cambiar —me besó la mejilla, haciéndome sonrojar.

Minutos después, termine de bañarme y saqué de mi bolso mi ropa.

Me puse esto:

Bajé a desayunar, los chicos estaban sentados. Solo quedaba una silla, al lado de Harry.

¿Raro? No, planeado.

Me senté en la mesa, Danielle me guiñó el ojo y empezamos a comer.